¿Cuál es el verdadero objetivo de Arabia Saudita en los deportes?

Arabia Saudita está gastando toneladas de dinero para transformarse en la próxima potencia del fútbol mundial. Sin embargo, la finalidad detrás de semejante desembolso va mucho más allá de lo que ocurre en el campo de juego.

Probablemente todos conozcan los casos de Ronaldo, Benzema, Neymar y tantos otros que desembarcaron en equipos de la Saudi Pro League. Si miramos lo que gastó en el mercado de pases, le alcanzó para meterse en el top five europeo. Según la página Transfermarkt, en la ventana de verano de 2023 destinaron 489 millones de euros a la compra de jugadores. Con ese número, se posicionó como la quinta competencia que más desembolsó, superando a La Liga española. Para quienes se preguntan quién lideró este ranking, lo hizo la Premier League con un unos 1.821 millones.

Dicho esto, las preguntas relevantes son: ¿Quién está detrás de semejante gasto? y ¿Para qué lo está haciendo?

La primera incógnita tiene una respuesta corta: el mismo reino de Arabia Saudita. Ahora bien, para entender sus razones, necesitaremos hacer zoom out del fútbol por unos momentos.

En primer lugar, como todo buen reinado de medio oriente, la economía de Arabia Saudita es increíblemente dependiente del petróleo que poseen en su territorio. Actualmente tienen el 17% de las reservas probadas en el mundo y este activo representa el 75% del total de sus exportaciones.

Sin embargo, esto es algo que el reinado, y en especial el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán, quieren revertir. Y lo están haciendo principalmente mediante el proyecto Visión 2030. Se trata de un programa lanzado en 2016 que busca utilizar los fondos provenientes del petróleo para desarrollar otras industrias.

Todo ese dinero es canalizado a través del Fondo Público de Inversión, PIF por sus siglas en inglés, y es realmente increíble la cantidad que manejan. Con casi 1 trillón de dólares invertidos (es decir, un millón de millones, doce ceros), se convirtió en el quinto fondo más grande del mundo.

Dentro de esa gran gran gran bolsa se encuentran los deportes. Y si bien la suma que están invirtiendo es pequeña en comparación con otros proyectos, como el desarrollo de una ciudad desde cero (Neom), alcanzó para poner patas arriba a toda la industria. Y me refiero a los deportes en general porque realmente es una acción coordinada para entrar en un montón de disciplinas. Golf (con LIV Golf), tenis (con su inversión en la ATP), Fórmula 1 (casi se compran la categoría en 2023) y ahora el fútbol.

La gran pregunta sigue siendo: ¿Para qué? ¿Acaso el deporte es tan relevante como para ayudar a diversificar una economía de este tamaño? Bueno, sí y no. En primer lugar, hay muchas personas que argumentan que estas inversiones no tienen nada que ver con diversificar, sino más bien con mejorar la imagen del reino mediante una práctica conocida como Sportswashing. Esto consiste, esencialmente, en organizar grandes eventos deportivos para tapar todas las acusaciones que tienen relacionadas a los derechos humanos. El príncipe Salmán respondió a estas críticas diciendo que "si el Sportswashing me ayudará a aumentar un 1% el PBI, entonces continuaré haciendo Sportswashing".

Volviendo al peso de la industria del deporte, la respuesta es que por sí sola probablemente no mueva la aguja de la economía saudí, pero sí que tiene un impacto enorme en otro sector que será clave para el reino a largo plazo: el turismo. Si hay algo que está más que demostrado, es que los eventos deportivos convocan a una increíble cantidad de personas. Y toda esa gente no sólo compra la entrada al evento, sino que también se aloja en hoteles, come en restaurantes y, lo más importante de todo, conoce el reino y lo pone en el mapa global.

Según la organización mundial de naciones unidas para el turismo, en 2019 Arabia Saudita recibió a 17 millones de personas. El reino busca triplicar ese número para 2030. Para que tengan una idea, Francia es el país que más gente convoca anualmente, alcanzando los 90 millones en 2019.

Por lo cual, muy probablemente este sea el verdadero objetivo detrás de semejantes inversiones en el fútbol y el resto de los deportes. Quizás la mayor validación de la hipótesis del turismo tenga que ver con los grandes eventos que albergará en los próximos años. En 2027 tendrá la organización de la Copa Asiática (que sería equivalente a la Copa América y a la Eurocopa), y hace algunos meses se confirmó que en 2034 realizarán el evento más seguido sobre la faz de la tierra: La Copa del Mundo.

Ahora bien, si uno piensa en el largo plazo, no pueden sólo organizar grandes campeonatos cada cinco o seis años. Todo eso debe ayudar a sentar las bases de algo que sea sostenible y recurrente en el tiempo. Y con eso me refiero a su liga local. De hecho, probablemente gran parte de los requerimientos de la FIFA para otorgarles la localía en 2034 tenga que ver con este desarrollo. Tener un torneo local fuerte es clave para alcanzar las intenciones del reino a largo plazo. 

Sin embargo, más allá de las grandes incorporaciones que vimos al principio, todavía tienen un largo recorrido por delante para conseguirlo. Actualmente, según la agencia de inteligencia Twenty First Group, la liga saudí es apenas la número 54 en cuanto a relevancia global. El objetivo del reino es que se transforme en una de las diez mejores del mundo.

Obviamente, el primer paso para generar una gran competencia son los jugadores. Sin buenos futbolistas no se puede armar una liga atractiva que sea consumida a nivel internacional. Y si bien ese primer paso parece estar dado, últimamente varias estrellas han declarado su descontento con el día a día en el reino. El caso de Jordan Henderson fue el más llamativo, dado que el jugador decidió volver a Europa luego de no haberse podido adaptar a las condiciones de vida del nuevo territorio. Benzema también tuvo intenciones de partir, pero no logró conseguir una alternativa a tiempo. Por lo que, si no logran retener a los deportistas contentos y jugando a su mejor nivel, todo el gasto anterior será completamente en vano.

El otro punto de conflicto actual para la liga tiene que ver con la infraestructura de los clubes. Varios de ellos poseen estadios e instalaciones increíblemente viejas y no están a la altura de las estrellas que trajeron. Aunque, es verdad que están trabajando mucho en este sentido. Teniendo en cuenta la organización de la Copa del Mundo en 2034, varios estadios están en plena renovación. Quizás el más llamativo es el que se alojará en la ciudad de Qiddiya, tendrá capacidad para 45 mil personas y estará completamente cubierto de paneles LED.

En última instancia, la prueba de fuego de este increíblemente costoso experimento es el nivel de audiencia. Si cada vez más personas miran los partidos, ya sea en los estadios o por televisión, entonces el reino habrá cumplido su objetivo y estará dispuesto a seguir invirtiendo.

Lamentablemente, al día de hoy aún no tenemos mucha información en este sentido. Con respecto a la asistencia a los estadios, la respuesta parece ser variada. Han tenido encuentros que alcanzaron los 60.000 espectadores, pero también ocurrió que varios equipos disputaron partidos con el estadio prácticamente vacío. A veces ni siquiera alcanzando los 150 espectadores. Por lo que, si bien puede haber un público potencial que consuma el fútbol y se vuelva rentable en el largo plazo, todavía no están allí.

En lo que a audiencia televisiva respecta, si bien no tenemos datos oficiales, sabemos que a nivel internacional todavía es muy pobre. Aunque, en realidad, teniendo en cuenta la juventud de la liga, el foco está puesto en conseguir que los partidos se transmitan en la mayor cantidad de lugares posibles. Actualmente, se pueden sintonizar sus encuentros en más de 100 países. ¿Cuántas personas efectivamente lo hacen? Probablemente muy pocas, al menos por ahora.

Al final del día, esta iniciativa generará audiencia, y por lo tanto tendrá éxito, en la medida en la que logre retener a los buenos jugadores y crear un torneo atractivo, donde varios equipos peleen por el campeonato y sean competitivos a nivel internacional. Ciertamente, el nuevo mundial de clubes, extendido a 32 equipos, puede ser un momento importante para que se midan con los mejores. Por lo pronto, Al Hilal, el equipo de Neymar, participará de la primera edición en 2025.

Si la liga efectivamente tendrá éxito o no, sólo lo sabe el destino. En lo que al reinado de Arabia Saudita respecta, están haciendo todo lo que está a su alcance para conseguirlo. Y vistas sus intenciones de cara a la próxima década, diría que no dejarán de intentarlo por una buena cantidad de años.

¡Nos vemos la próxima!

Santiago.

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