Benfica: El mejor proveedor de talento del mundo

El Benfica es una máquina de generar dinero a través de la venta de jugadores. Hoy quiero contarles cómo funciona su sistema y, más interesante aún, qué los llevó a implementarlo en primer lugar.

En la última década, el club de las águilas generó ganancias por 743 millones de euros gracias a la venta de futbolistas como Joao Félix o Enzo Fernández. Ningún club en el mundo obtuvo una cifra similar. Luego del Benfica aparece el Ajax con 483 millones y el podio lo completa el Salzburgo de Austria con 436 millones. 

Si queremos entender por qué el club buscó convertirse en el máximo proveedor de talento a nivel mundial, debemos partir de la gran desventaja económica con la que corre  debido a ser un equipo localizado en Portugal. Actualmente, según estudios de la UEFA, mientras que el conjunto de clubes que participan de la liga portuguesa generan unos 557 millones de euros, los de la Premier League lo hacen por 6.500 millones. Es decir, una diferencia de más de 1.000%.

Esa desventaja económica hizo que la institución no pudiera competir de igual a igual con las otras potencias y tuviera que idear un modelo económico alternativo enfocado, justamente, en desarrollar y vender talento. Veamos dónde comenzó esta historia y por qué los grandes clubes no son una amenaza para este sistema.

Antes de seguir con el Benfica, quiero tomarme un segundo para comentarles algunas de las cosas que más me llamaron la atención tanto en el Sports Innovation Forum como en el Sports Innovation Tour realizado en Buenos Aires la semana pasada. Una de las historias que más me sorprendió fue la del lanzamiento del fideicomiso de River Plate. El club tenía el objetivo de captar 20 millones para continuar con la renovación del estadio y consiguieron una oferta de 26 millones. Lo interesante es que, según lo comentó Juan Pablo Susse, el CFO de la institución, hubo muchísima participación minorista por parte de los hinchas, mostrando una clara intención de apoyar económicamente el crecimiento de su institución.

El otro evento a destacar (hubieron varios más además de estos dos) fue la visita a las oficinas de Globant para conversar con Valeria Abadi, Senior VP de la marca a nivel global, sobre su incursión en los deportes. Escuchamos, desde adentro, cómo fue ese proceso de comenzar a trabajar con Franco Colapinto y luego con Williams. Además, al menos en el plano personal, me sorprendió entender cómo funciona el acuerdo entre la Fórmula 1 y sus sponsors (las marcas que aparecen a los costados de la pista), donde la categoría se compromete a darle cierta cantidad de segundos en pantalla por carrera.

Por último, agradecer a Mauro Cauda, Norberto Gobbi, Leo Piccoli y todo el equipo de Sports Innova por su invitación para que seamos media partners y acompañemos el gran evento.

Lo primero que debemos tener en claro es que se trata de una idea que comenzó a ejecutarse hace mucho tiempo. En una entrevista del año 2019, Domingos Soares de Oliveira, el CEO del club por aquel entonces y gran participe en el desarrollo de este negocio, declaró con respecto a sus vías de facturación que "tal vez 10 años atrás decidimos ir por un ítem extra, el cual es el trading de jugadores".

Quizás el primer paso en este camino fue la inauguración del gran predio que tienen en la zona de Seixal desde el año 2006. Este es su centro de entrenamiento más grande y cuenta con 9 campos de juego e instalaciones de primer nivel. El monto invertido tanto en ese lugar como en el resto de la academia no hizo otra cosa que aumentar a lo largo del tiempo. Al día de hoy, el gasto anual rondaría entre los 10 y 15 millones de euros.

Gracias a todo ese desarrollo, Benfica es uno de los clubes que más jugadores tiene en su academia actualmente, alcanzando los 500 futbolistas. Para que tengan un punto de referencia, esto es el doble al máximo de 250 que permite la Premier League. 

Finalmente, una porción no menor de la inversión que hace el club consiste en el personal encargado de desarrollarlos. Al día de hoy, hay unos 115 entrenadores enfocados exclusivamente en las inferiores, además de otros 90 profesionales avocados a diversas áreas como nutrición, kinesiología y psicología. Estamos hablando de un ratio de menos de 5 jugadores por entrenador. La educación termina siendo súper personalizada y cuidada hasta el último detalle.

Así, hace ya algunos años el Benfica comenzó a ver los frutos de las semillas que plantaron hace más de una década. El mejor ejemplo de cómo funciona la máquina es el caso de Joao Félix. El portugués se sumó a la sub 17 a mediados de 2015. A la temporada siguiente pasó a jugar con la sub 19. Un año y medio después, se convirtió en jugador de la reserva. Luego, seis meses jugando en el Benfica B bastaron para que asumiera su rol en el primer equipo del club. La temporada 2018-2019 fue increíblemente buena para el futbolista y cuando terminó apareció la oferta del Atlético Madrid por 127 millones de euros. Es clave notar que ese recorrido, aún siendo increíblemente rápido, demoró 4 temporadas. Por lo que, no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana. 

Una de las preguntas que surge es por qué los grandes clubes no desarrollan algo igual que el Benfica y le quitan este lucrativo negocio. La respuesta es que no ocurre debido a que, si bien todos ellos tienen buenas academias y enormes departamentos de scouting, hay una diferencia fundamental en cuanto al objetivo de ese proceso. Al Real Madrid no le interesa vender jugadores, le interesa ganar la Champions League. Si pudiera obtener ambas, obviamente lo haría, pero en última instancia no son compatibles.

Existe un claro trade-off entre el desarrollo de estos futbolistas y el éxito deportivo del club. Dar lugar en el equipo titular a una promesa por sobre a un futbolista experimentado, ciertamente puede traer malos resultados en el corto plazo.

El mismo director del Benfica declaró que "el entrenador de la primera división sabe que es importante promover jugadores jóvenes que actualmente juegan en la sub 19 o en el equipo B. Sabe que es parte de la estrategia del club y, al final del día, tienen que lidiar con esa idea". 

Además, no es sólo promover a los jóvenes, sino también gestionar su partida en caso de que efectivamente sean buenos. Es decir, el primer equipo debe tomar todo el riesgo de poner a un joven y, en caso de que salga bien, no se la puede quedar para que le siga dando resultados en las temporadas siguientes. 

Ahora bien, muchos de ustedes dirán: ¿Por qué el Benfica no retiene a esas figuras, comienza a ganar más partidos y pelea por la Champions League? Esencialmente, por la razón que veíamos al principio. El club, por más que quisiera que se queden, nunca podrá igualar una oferta salarial del Real Madrid o el Manchester City.

Lo que sí está claro, es que el sistema funciona y que crearon una vía de ingresos más que interesante a lo largo del tiempo. En la última temporada, mientras que las fuentes tradicionales generaron 196 millones, la venta de jugadores aportó otros 89 millones. Un aumento del 45%. 

Lo interesante es que no fue algo de una única vez. Si tomamos los últimos 5 años, el promedio de ingresos por venta de futbolistas se ubica alrededor de los 100 millones de euros. La temporada de 2019-2020 fue en la que más consiguieron, 145 millones, principalmente gracias a la salida de Joao Felix.

Si incluimos este segmento dentro sus vías de facturación, el total conseguido por la institución sería de 285 millones y la distribución daría un 31% a la venta de jugadores, 26% a la Champions, 17% a la liga local, 14% a los acuerdos comerciales y el restante 12% a lo que ingresa por el estadio.

De cara al futuro, Benfica quiere continuar y potenciar este proceso. En ese camino, uno de los objetivos es la internacionalización de su metodología y la apertura de nuevas academias en otros puntos del mundo. 

Actualmente, más de 16.000 jugadores en 48 países diferentes se desarrollan utilizando la metodología de trabajo creada por el club. Bernardo Faria de Carvalho, director de esta expansión global, dejó en claro la gran ventaja que poseen con respecto al resto: "Tenemos algo que nadie puede copiar, y quien quiera imitarlo necesita unos cinco años para estar en el mismo lugar que nosotros y cinco años más para hacerlo realmente bien”. "Somos el Harvard del fútbol" sentenció Carvalho.

Pero el Benfica no se conformó con licenciar y vender ese sistema. Algún tiempo atrás comenzó a abrir sus propias academias en otros países. Hace tres años lo hicieron en Brasil, luego avanzaron en Costa de Marfil trabajando junto al gobierno en la formación de sus juveniles y recientemente ingresaron a los Estados Unidos. 

Por lo que, casi con total seguridad comenzaremos a ver los frutos de esta expansión en los próximos años.

Nos vemos la próxima.

Santiago

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