- El Negocio del Deporte
- Posts
- CR7: El negocio detrás de la marca
CR7: El negocio detrás de la marca
Cristiano Ronaldo no solo es reconocido por sus habilidades dentro del campo de juego, sino también por los increíbles negocios que genera fuera de él. Con más de 630 millones de seguidores en Instagram y una inigualable presencia global, el portugués se ha convertido en un verdadero genio del marketing y los negocios. En este artículo analizaremos cómo se construyó el imperio de CR7 a partir de tres versiones del jugador: Ronaldo futbolista, Ronaldo estrella mundial y Ronaldo empresario.
Comencemos por el Ronaldo futbolista. Su influencia dentro del campo de juego ha sido indiscutible y es la base del éxito de su carrera. 5 Balones de Oro y 5 Champions League son solo algunas pruebas de esto. Su nivel deportivo se ha reflejado en las astronómicas cifras que pagaron los clubes para tenerlo en sus filas.
Su primer traspaso, desde el Sporting de Lisboa al Manchester United, se realizó por 19 millones de euros. Luego, en 2009, el Real Madrid estableció un récord mundial al pagar 94 millones por el portugués. Tras una década de éxitos en el club español, la Juventus desembolsó 117 millones de euros para llevarlo a Italia. Finalmente, su regreso al Manchester United fue por 17 millones. Aunque su club actual, el Al Nassr de Arabia, no tuvo que abonar ningún cargo por la transferencia, ciertamente lo está compensando con un salario de más de 200 millones por temporada.
Ahora bien, si queremos entender cuál es el activo más importante que tiene el jugador de cara al futuro, debemos pasar a su segunda versión: Ronaldo como estrella mundial.
Aunque los futbolistas siempre han despertado emociones en el público, durante décadas solo quienes asistían a los estadios podían verlos en acción. Sin embargo, la llegada de las transmisiones televisivas internacionales en los años 90 transformó por completo la escena. Los partidos comenzaron a visualizarse en todos los rincones del planeta, convirtiendo a los jugadores en verdaderas celebridades. Esta fama luego era capitalizada por las marcas que los utilizaban para promocionar sus productos y aumentar sus ventas. La gran pregunta con la explosión de este mercado era quién debía quedarse con el rédito económico: el futbolista o el club.
El Real Madrid decidió entonces establecer una nueva política para contratar jugadores. Quien quisiera vestir la camiseta de la Casa Blanca, además de contar con una inigualable habilidad con la pelota, debía cederle el 50% de los ingresos producidos por acuerdos comerciales. A cambio, el club les otorgaba el beneficio de formar parte de la mayor vidriera del deporte mundial. Así nació el equipo de los galácticos, con figuras como Figo, Zidane, Beckham y el primer Ronaldo, el genio brasileño.
Cristiano Ronaldo llegó al equipo merengue bajo estas condiciones. Aunque, durante sus años en el club no solo se convirtió en uno de los mejores de la historia, sino que también vivió uno de los mayores cambios de nuestra sociedad: la llegada de las redes sociales. Esta nueva forma de comunicación directa con su audiencia permitió al crack portugués ampliar su base de seguidores y convertirse en una verdadera estrella global, modificando por completo la dinámica con el Madrid. Cuando tuvo que renegociar su contrato, exigió romper la política de la institución y quedarse con el 60% de los ingresos provenientes de sus acuerdos comerciales. Los dirigentes del club madrileño, conscientes del nuevo paradigma, decidieron aceptar la propuesta antes de perder a su jugador más valioso.
De esa manera, explotando al máximo estas nuevas plataformas, Ronaldo construyó el activo más valioso que tiene al día de hoy: su marca personal. Al momento de escribir este artículo, no hay persona en el mundo que supere los 630 millones de seguidores que tiene en Instagram. Si contemplamos otras plataformas como Twitter, Facebook y TikTok, la cifra alcanza los 900 millones. Gracias a esta increíble capacidad de influencia, se cree que Cristiano puede facturar cerca de 3 millones de dólares por cada posteo.
Un dato relevante es que los derechos de imagen personales, al igual que cualquier otra marca o patente, pueden ser cedidos a terceros. En esa línea, en 2015 el portugués vendió los mismos al empresario singapurense Peter Lim, permitiéndole ampliar increíblemente su llegada al numeroso mercado asiático.
Pero la monetización de su imagen va mucho más allá de las redes sociales. Quizás el acuerdo más lucrativo que firmó el jugador fue con Nike en 2016. Se estima que el contrato de por vida con la marca estadounidense alcanza los 1.000 millones de dólares, un logro que solo figuras como Michael Jordan y LeBron James han alcanzado antes. Además de Nike, el universo de empresas vinculadas con el astro portugués incluye marcas como Clear, Herbalife, Armani, PokerStars y Binance. Estas compañías no solo le garantizan ingresos significativos, sino que también continúan aumentando la exposición de su marca personal. En términos financieros, podríamos decir que esta es la verdadera máquina de interés compuesto de CR7.
Para cerrar con la versión Cristiano estrella global, analicemos el impacto que tuvo su llegada a la Juventus en 2018. Si tenemos en cuenta el pase de 117 millones de euros y su salario como jugador, el costo anual del portugués era de unos 86 millones. Esto representaba el 22% de los ingresos operativos de la institución, ciertamente una gran apuesta. Veamos los resultados. En su primera temporada en el equipo de Turín, los ingresos por venta de entradas y productos en el estadio crecieron un 25%. La facturación por acuerdos comerciales aumentó otro 30%. El patrocinio con Jeep, por ejemplo, pasó de valer 17 millones a unos 45 millones de euros. El de Adidas, por su parte, pasó de 23 a 51 millones. Obviamente, estas cifras no son completamente atribuibles a la presencia de Cristiano, pero claramente no hubiesen sido posibles sin él.
Ahora bien, habiendo generado tanto, es razonable preguntar: ¿qué hace Cristiano con todo ese dinero? La respuesta se encuentra, justamente, en su tercera versión: el Ronaldo empresario.
En busca de reducir riesgos y asegurar su futuro financiero, Cristiano ha realizado inversiones en distintas industrias. En este sentido, en 2013 estableció la marca de ropa y accesorios CR7. Luego, en colaboración con el Grupo Pestana, Ronaldo comenzó a adueñarse de hoteles en ciudades como Nueva York, Lisboa, Madrid y Marrakech. Además, junto a los españoles Enrique Iglesias, Rafael Nadal y Pau Gasol, es propietario del restaurante Zela en Londres.
En 2023, el oriundo de Madeira adquirió el 30% del grupo Cofina Media, uno de los conglomerados audiovisuales más grandes de Portugal. Finalmente, en 2024 invirtió cerca de 40 millones de dólares en el desarrollo de UFL, un nuevo videojuego de fútbol que busca competir con el FC 24 de Electronic Arts.
Sin embargo, no todo ha sido un éxito en la carrera empresarial de Ronaldo. En 2015, el jugador compró un departamento en la Trump Tower de Nueva York por 18 millones de dólares. Siete años después, debió venderlo por apenas 7 millones. Esta pérdida se debió tanto a la caída de precios de la industria inmobiliaria como al deterioro de la imagen del expresidente estadounidense.
Además, Cristiano actualmente enfrenta una demanda colectiva por más de 1.000 millones de dólares por la promoción de NFTs con su marca CR7 y otros activos en la plataforma de Binance. Este caso también incluye a otras celebridades que han promocionado la compañía en cuestión. Más allá del desenlace, el incidente pone en evidencia algunos de los riesgos a los que se exponen figuras de esta magnitud.
Para finalizar, es imposible hablar de Cristiano Ronaldo sin mencionar a Lionel Messi. Está claro que la rivalidad entre los jugadores no solo ha sido funcional para que ambos compitan a un nivel cada vez más alto, sino también para todas las empresas que se montan alrededor de esta disputa. Real Madrid vs. Barcelona, Nike vs. Adidas. Un negocio redondo para todos.
Nos vemos la próxima.
Santiago y Tomás.
Reply