Endeavor: El pulpo del deporte

El Negocio del Deporte

Endeavor es una de las compañías más interesantes de la industria del deporte. Tiene de todo. En serio. Entre otras cosas, es dueña de UFC, World Wrestling Entertainment (WWE), los torneos ATP de Miami y de Madrid, el evento de subastas de autos de lujo Barrett-Jackson y múltiples festivales de música. Pero no termina ahí, también tiene presencia en el negocio de representación de jugadores, músicos y actores, una empresa de tecnología enfocada en apuestas deportivas y un par de cosas más. Les dejo una imagen para que la lista no se convierta en todo el artículo.

Para entender esta enredadera, veamos un poco el proceso histórico que hizo la compañía. Endeavor nació en 1995 como una agencia de talentos enfocada en Hollywood. Fue fundada por Ari Emanuel, quien hoy sigue al mando, junto a otros tres compañeros de trabajo. Hasta 2013 no tenía presencia en el mundo del deporte, aunque sí se había posicionado como una de las grandes agencias al unirse con William Morris Agency en 2009 para crear WME.

En 2013 las cosas cambiaron con la adquisición de IMG. Esta empresa no solo tenía clientes en el mundo del deporte (Federer, Woods y Nadal, entre otros), sino también una productora de eventos y distribución de contenido. Por lo que, Endeavor dejó de ser una empresa únicamente de representación. Y desde allí se expandieron en infinitas direcciones.

En 2015 adquirieron su primera propiedad deportiva al quedarse con la liga Professional Bull Riders. Sin embargo, la compra que sería relevante vino al año siguiente cuando obtuvieron UFC a un precio de 4.200 millones de dólares.

De Endeavor podríamos hablar meses. De hecho, le dedicamos varias clases en nuestro ciclo permanente Invertir en Deportes y volveremos a ella en el futuro. Pero hoy les quiero plantear dos cosas que me parecen interesantes.

En primer lugar, parece haber una inconsistencia fundamental entre los distintos negocios de Endeavor. Por un lado, la empresa es dueña de competencias como UFC, WWE o los torneos de tenis que mencionamos anteriormente. Pero, por otro lado, también se dedica a representar atletas que participan en competencias deportivas. Y no encontré mejor forma de graficarlo que con esta imagen.

Hay un claro conflicto de intereses. De hecho, hace poco la compañía tuvo que vender Endeavor Content, su segmento de creación de contenido porque no puede financiar un proyecto y al mismo tiempo representar a la mano de obra que lo lleva adelante.

En el plano deportivo, Endeavor no representa atletas que debe contratar directamente para sus competencias. Pero es increíblemente inteligente para elegir cuando ser el dueño del circo y cuando representar a los empleados. Freakonomics entrevistó hace poco a Ari Emanuel (muy recomendable episodio) y lo resumió a la perfección: "Si un ecosistema deportivo determinado tiene un coste laboral elevado, es probable que Endeavor represente a la mano de obra; si otro ecosistema tiene un coste laboral bajo, es probable que Endeavor opte por la propiedad".

Si analizamos los activos que tiene y a quienes representa, es tal cual. UFC es una de las competencias deportivas que menos reparte hacia los atletas. Los pagos a los luchadores representan apenas el 13% del total. En el tenis pasa algo parecido, y ellos son dueños de varios torneos. Ahora, en ligas como NFL o NBA, donde los jugadores se quedan con el 50% de la torta, Endeavor representa y obtiene un porcentaje de esos lucrativos contratos.

El segundo punto interesante de la compañía tiene que ver con la conexión que existe entre todos los negocios que tiene. El planteo de Ari Emanuel es que no solo coleccionan distintas partes del rompecabezas. sino que al tener todas ellas bajo el mismo techo, generan un círculo virtuoso que destraba un montón de beneficios.

Veamos el caso de una de sus últimas adquisiciones: On Location. Se trata de una compañía que desarrolla experiencias premium alrededor de eventos deportivos. Nació como un proyecto interno de la NFL para explotar el valor que tenía el Super Bowl como evento presencial y luego comenzaron a vender el servicio a otras competencias.

En 2020 se la compró Endeavor con la propuesta de que les permitiría llevar sus operaciones a otro nivel gracias a las competencias que poseían o representaban (porque Endeavor también negocia contratos en nombre de torneos como Wimbledon o la MLS). Y, habiendo pasado tres años, da la sensación de que cumplieron. Ahora, On Location está presente no solo en el Super Bowl, sino también en los eventos de UFC, WWE, torneos de tenis, festivales de música, NASCAR y otras competencias.

Sin embargo, si hay un evento que sobresale, son los Juegos Olímpicos. La compañía ganó una licitación para ser el proveedor exclusivo de hospitalidad y paquetes premium de los próximos tres juegos olímpicos. 

Y cuando uno empieza a conectar algunos puntos, puede observar que IMG ayudó al comité olímpico internacional en varias negociaciones y que fue contratada también para hacer una parte importante de la producción audiovisual de los juegos. Por lo que, es probable que On Location haya ganado esa licitación en gran medida gracias a los otros negocios de Endeavor.

Y la flecha no sólo apunta desde Endeavor hacia On Location. Los primeros beneficiados de esta compra fueron las competencias y actividades propiedad de la compañía. De repente, todas ellas tienen al alcance de la mano una empresa experta en armar paquetes y explotar el valor económico de esos eventos. Fíjense cómo On Location trabajó con Barrett-Jackson, uno de los eventos propiedad de Endeavor.

Entonces, quizás, si Endeavor tiene todas esas funcionalidades dentro de su compañía (hay más además de On Location), tenga sentido seguir comprando competencias deportivas para exprimir al máximo su valor comercial.

Por el momento, el mercado parece no creerle demasiado. El mismo Ari Emanuel ha mostrado su disconformidad con la valoración que tiene la compañía en la bolsa. A tal punto que su principal accionista, Silver Lake Group, dejó entrever que está analizando comprar la totalidad de la compañía y quitarla de la bolsa.

Si hay algo que está claro, es que se trata de una de las compañías más interesantes del mundo del deporte, y tendremos que seguirla si queremos entender hacia dónde puede ir la industria.

Hasta la próxima.

Santiago.

Reply

or to participate.