Cómo fluye el dinero en el gran mercado de pases

Siempre oímos las cifras astronómicas que se pagan por las estrellas de fútbol, pero nunca sabemos realmente qué tan significativas son dentro del vasto mercado de pases. Por eso, hoy quiero recorrer algunos datos macro de este negocio.

Según el reporte de la FIFA sobre el mercado de transferencias global, un total de 21.801 jugadores cambiaron de equipo en 2023. Sí, leyeron bien, 21.801. El número representa un récord absoluto, significando un incremento del 66% con respecto al 2014. Estamos hablando de 4.971 clubes involucrados en unas 180 federaciones nacionales. El fútbol verdaderamente es un deporte global.

Ahora bien, como sabrán, no todas las transferencias están vinculadas a una cláusula de rescisión. Es decir, no siempre se paga dinero por una transferencia. Si el contrato de un futbolista finaliza, este puede cambiar de club sin costo alguno. De hecho, en 2023, solo unos 3,279 traspasos incluyeron una cláusula de salida. Esto significa que el 85% de los pases a nivel mundial fueron libres, sin dinero de por medio.

Pero, si algo está claro, es que esas 3,279 transferencias movieron mucho dinero: 9,630 millones de dólares, para ser exactos. Poniéndolo en perspectiva, esto significa que el mercado de pases generó 27 millones de dólares cada día y más de 1 millón por hora. Esta cifra representa un aumento del 48% en comparación con 2022 y de 140% respecto a 2014.

Una pregunta interesante que surge al ver estos números es: ¿Qué tan relevantes son las mega-transferencias que vemos en las noticias? ¿Mueve la aguja lo que gastó el Chelsea por Enzo Fernández o el Real Madrid por Jude Bellingham? La respuesta corta es que sí.

La gran mayoría de los traspasos no superan el millón de dólares. Incluso el 50% de los que tuvieron cláusula de salida fueron por menos de 347 mil dólares. Apenas 405 transferencias fueron por más de 5 millones de dólares.

¿Entonces por qué dijimos que las mega-transferencias sí son importantes? Esencialmente, por algo que se conoce como el Principio de Pareto, o ley de 80/20. Lo que propone esta idea es que el 80% de los resultados, en este caso el total gastado a nivel global en jugadores de fútbol, es explicado por un 20% de los datos, en nuestro tema sería el 20% de los futbolistas más caros.

Al analizar los números, no solo confirmamos este fenómeno, sino que el efecto es aún más pronunciado. Esos 405 traspasos de más de 5 millones de dólares, que representan el 12.4% de todas las transferencias con cláusula de rescisión, acumularon unos 7,600 millones de dólares, explicando el 79% del gasto mundial. Si profundizamos aún más, las 10 transferencias más costosas, que constituyen apenas el 0,3% de todas las transferencias con cláusula, generaron más del 10% del gasto global.

Una tendencia muy clara en la forma en que se firman estas transferencias, y que es clave para entender cuánto recibe cada club al final del día, es la incorporación de las cláusulas de reventa (o sell-on). Para comprender cómo funcionan, consideremos el siguiente ejemplo: El club A vende un jugador al club B con la condición de que, si el club B lo vende posteriormente al club C, el club A recibirá un porcentaje de esa venta. En 2023, el 60% de las transferencias que incluyeron una cláusula de rescisión también incorporaron una cláusula sell-on.

El traspaso de Jude Bellingham es un buen caso. Cuando el Birmingham se lo vendió al Borussia Dortmund en 2020, añadió una cláusula sell-on del 5%. Esto implicaba que, si el Borussia luego vendía al jugador, entonces el Birmingham se quedaría con el 5% de esa transferencia. Tres años después, el Real Madrid pagó 103 millones de euros por el inglés, de los cuales 97,5 millones fueron para el Borussia y 5,5 para el Birmingham.

Ahora bien, el mercado de transferencias implica un flujo de dinero que recorre el mundo, por lo cuál es interesante ver cómo esos fondos se mueven entre los clubes de las distintas confederaciones continentales. Es decir, la UEFA, la CONMEBOL, la CONCACAF, la AFC de Asia, la CAF de África y la OFC de Oceanía. 

Si hay una región en el mundo que es claramente exportadora de jugadores, esa es Sudamérica. Mientras que los clubes de la CONMEBOL gastaron 244 millones de dólares para traer jugadores, recibieron 783 millones por la salida de los mismos. Es decir, vendieron el triple de lo que compraron.

El principal cliente fue, obviamente, la UEFA. El 64% del dinero recibido provino de clubes europeos. Algunos de los ejemplos más claros de este flujo son Julián Álvarez yendo desde River Plate al Manchester City o, más cerca en el tiempo, Endrick desde Palmeiras hacia el Real Madrid. El segundo gran comprador de Sudamérica es la CONCACAF, aportando otro 19%. La explicación de esto reside principalmente en el reciente crecimiento de la MLS. Otro 12% provino de otros equipos de la región. Es decir, comercio entre sudamericanos. Finalmente, África representó el restante 5%.

Si viajamos del otro lado del mapa, así como dijimos que Sudamérica es claramente exportadora, la AFC de Asia es, por lejos, la confederación más importadora del fútbol. En 2023 rompió todos los récords gracias a una competencia en particular: la Saudi Pro League. La AFC acumuló un gasto total de 1.240 millones de dólares en transferencias. Este número es 10 veces más grande que los 103 millones que recibieron por jugadores vendidos. El saldo negativo de más de 1.000 millones de dólares fue cubierto, principalmente, mediante inversiones estatales en los equipos árabes.

Lo más llamativo de todo es que, si vamos un año atrás, a 2022, el gasto de la AFC fue de apenas 149 millones. Es decir, no se trata de un crecimiento paulatino que se fue dando a lo largo del tiempo, sino de un salto increíble de una temporada a otra. Veremos si mantienen este nivel de gasto en las próximas temporadas.

Volviendo al continente americano tenemos a la CONCACAF. Mientras que estos clubes, principalmente de México y Estados Unidos, recibieron 231 millones de dólares por la venta de jugadores, gastaron un 41% más que eso, alcanzando los 326 millones de dólares. Si bien esta cifra está bastante por debajo de los 1.240 que mencionamos recién por parte de Asia, fue suficiente para superar los 244 millones de la CONMEBOL. La mayor parte del gasto se debió a jugadores provenientes de la UEFA y de la CONMEBOL.

La CAF de África tiene un mercado muy pequeño, comprando apenas por 18 millones de dólares y vendiendo por 77 millones. Y si allí el negocio es de baja envergadura, en Oceanía es inexistente.

Finalmente, llegamos así a la confederación más grande de todas: la UEFA. Esta región no sólo está en el medio del mapa a nivel geográfico, sino también en términos de balanza comercial. Mientras que los clubes europeos gastaron 7.790 millones de dólares en 2023 en jugadores, facturaron otros 8.430 millones. Es decir, tuvieron una ganancia de 640 millones, que representa un saldo positivo de 8,2%. Esta es la primera vez desde 2016 que Europa vende más de lo que compra, y ocurrió principalmente por la aparición del nuevo millonario del barrio que mencionamos recién: Arabia Saudita.

Aunque, más allá del signo, es interesante notar que las magnitudes de la UEFA son incomparables con el resto del mundo. Aún con el desmesurado gasto de 1.240 millones que hizo la AFC gracias a los árabes, no llega a ser ni el 20% de lo que manejó Europa. Si lo comparamos con la CONMEBOL, las ventas de la UEFA por 8.430 millones representan más de 10 veces lo que obtuvieron los clubes sudamericanos.

Estas diferencias abrumadoras con el resto de las confederaciones tanto del lado comprador como del lado vendedor sólo tienen una explicación: el mercado más importante que tiene Europa es la misma Europa. El 90% de las compras que hicieron equipos de esta región fueron a otros clubes de la UEFA. Por lo que, a nivel económico, el fútbol sigue pasando por Europa.

Ahora, cuando vean la siguiente gran transferencia en el mundo del fútbol, ya sabrán cómo se inserta en la gran maquinaria que es el mercado de pases global.

Nos vemos la próxima.

Santiago.

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