El giro de 180° del AC Milan

En 2017, Silvio Berlusconi, luego de más de 30 años al frente del AC Milan, decidió vender el club. En una declaración que resonó entre los seguidores del equipo y del fútbol europeo, Berlusconi expresó: "Hoy dejo de ser el dueño y presidente del Milan. Hago esto con tristeza, pero consciente de que para competir al máximo nivel en Europa, se necesitan inversiones y recursos que una única familia ya no puede proveer". Estas palabras marcaban el reconocimiento de una nueva realidad en el fútbol global que había comenzado más de 10 años atrás: la entrada de grandes capitales y la profesionalización económica de los clubes.

El primer sucesor de Berlusconi, el empresario chino Li Yonghong, compró el club en una transacción complicada y tuvo un paso rápido por la institución. Li pidió prestado unos 300 millones de euros al fondo de inversión estadounidense Elliott Management, que luego no pudo devolver y como consecuencia, el club pasó a manos del fondo en 2018. Para quienes no lo conozcan, Elliott Management es liderado por Paul Singer, uno de los inversores más temidos en Wall Street por su enfoque agresivo y experiencia en inversiones de deuda de alto riesgo.

Cuando Elliott asumió el control del Milan, el club estaba sumido en una crisis financiera. La FIFA incluso les prohibió participar en competiciones europeas en la temporada 2018-2019 debido a sus pérdidas acumuladas. Para revertir esta situación, el primer paso que tomó el fondo fue una inyección de capital de 120 millones de euros para estabilizar las cuentas. Sin embargo, el verdadero desafío era dejar de perder dinero, al mismo tiempo que mejoraban los resultados deportivos para revalorizar la marca del club.

En ese momento, el gasto en salarios del Milan era desproporcionado. El gasto en los jugadores representaba el 90% de los ingresos del club. Para que tengan una idea de la cifra, las nuevas reglas financieras de la UEFA establecen un máximo del 70%, incluyendo también las transferencias. 

Uno de los primeros pasos fue la salida de jugadores caros como Gonzalo Higuaín y Gianluigi Donnarumma. Higuaín, por ejemplo, ganaba 10 millones de euros al año, siendo el segundo futbolista mejor pagado de la Serie A después de Cristiano Ronaldo. Al mismo tiempo, Elliott se apoyó en figuras clave como Paolo Maldini, que asumió un rol crucial en la dirección deportiva, y Hendrik Almstadt, responsable del scouting basado en datos. Estos cambios permitieron al club armar un equipo competitivo con jugadores jóvenes y con menor costo salarial. En octubre de 2020, el Milan tenía la plantilla más joven de las cinco principales ligas europeas, con un promedio de 24,5 años.

Y los cambios dieron sus frutos. En la temporada 2020-2021, el Milan terminó en la segunda posición de la Serie A, y al año siguiente, se coronó campeón de la liga italiana por primera vez en más de una década. Este éxito deportivo fue clave para aumentar los ingresos del club, principalmente por su clasificación para la Champions League, que ofrece un impulso financiero significativo a través tanto de los derechos televisivos como en una mayor venta de entradas.

Entre 2018 y 2022, los ingresos del Milan aumentaron de 208 a 257 millones de euros. Esto, sumado a una estabilidad en los salarios, generó que el porcentaje de la facturación que fue a los jugadores se redujera del 90% que mencionamos anteriormente a un 66%. La temporada 2021-2022 fuera la primera en 17 años en la que el club no registrara pérdidas operativas. Este cambio de 180 grados en sus cuentas atrajo la atención de nuevos inversores, entre ellos, RedBird Capital. De esa manera, Elliot decidió vender el Milan por 1.200 millones de euros, obteniendo un retorno del 71% sobre la inversión total que realizó en el club de 700 millones de euros.

Con RedBird al mando, la idea era llevar el club a la siguiente fase. Mientras que Elliott se centró en sanear las finanzas, RedBird busca maximizar el crecimiento y la expansión del Milan. Para quienes no conozcan a los nuevos dueños, también tienen inversiones en el equipo de Fórmula 1 Alpine, la compañía de hospitality On Location y el Liverpool FC, a través de su participación en Fenway Sports Group.

Gerry Cardinale, presidente de RedBird, ha expresado su intención de llevar al club las lecciones aprendidas en sus 30 años de experiencia en el deporte estadounidense. Una de sus principales estrategias es aumentar la presencia del Milan en el mercado americano. En este sentido, el club ha firmado acuerdos con Yankees Entertainment and Sports Network para transmitir su contenido en Nueva York y ha comenzado a vender su merchandising en el Yankee Stadium de la MLB. Además, el fichaje del jugador estadounidense Christian Pulisic ha sido un movimiento clave para atraer a más seguidores en este país.

Viendo los resultados financieros de la temporada 2022-2023, podríamos decir que viene funcionando. Los ingresos del club aumentaron un 50%, alcanzando los 385 millones de euros. Este crecimiento fue impulsado tanto por un aumento en los ingresos en los días de partido, como por los derechos televisivos y los acuerdos comerciales. La participación del equipo en la semifinal de la Champions League fue un factor clave de este resultado.

A pesar de estos éxitos, RedBird aún tiene ciertos desafíos importantes. Uno de los más urgentes es la situación del estadio San Siro, que comparten con el Inter de Milán. RedBird ha expresado su deseo de construir un nuevo recinto que ofrezca una experiencia moderna para los aficionados, pero los obstáculos burocráticos han retrasado estos planes. Por el momento no hay una señal clara de que esto se destrabe en el futuro próximo.

Además, ha surgido controversia en torno a la relación entre RedBird y Elliott. Aunque oficialmente Elliott ya no tiene acciones en el club, prestó 600 millones de euros a RedBird para financiar la compra del Milan y esto ha generado sospechas de que Elliott aún tiene influencia en la gestión. En marzo de 2024, la policía italiana intervino las oficinas del club y la casa del director ejecutivo, Giorgio Furlani, en busca de pruebas que respalden estas acusaciones.

El futuro del AC Milan bajo la gestión de RedBird parece prometedor a nivel económico, pero también hay aspectos que siguen sin convencer a la afición del equipo italiano. Aunque, sí está claro que el club ha realizado una gran transformación desde la venta por parte de Berlusconi en 2017. Veremos cómo sigue la historia para el club en el futuro.

¡Hasta la próxima!

Santiago.

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