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NASCAR vs Fórmula 1
El Negocio del Deporte
Este artículo también está disponible en audio aquí.
La Fórmula 1 viene creciendo mucho en los Estados Unidos. Actualmente tenemos tres carreras allí y la respuesta de la audiencia local fue más que positiva. Pero, la realidad es que Estados Unidos le pertenece a la NASCAR.
Hoy quiero que veamos cómo funciona esta categoría desde el punto de vista económico, y cuáles son sus principales diferencias con respecto a la Fórmula 1.
La compañía NASCAR fue creada por Bill France Sr. en 1948 y su hijo, Jim France, es quien la dirige actualmente. Esta familia sería como el Liberty Media de la Fórmula 1, aunque difieren en aspectos claves que veremos en unos minutos.
Las tres principales fuentes de ingresos, al igual que la mayoría de los eventos deportivos, son los derechos de televisación, la venta de entradas y los sponsors. Analicemos la relevancia de cada uno.
Con respecto a los derechos de televisación, la NASCAR recibe unos 820 millones de dólares al año. Para que tengan una idea, la Fórmula 1 cobra entre 75 y 90 millones de dólares por parte de ESPN para transmitir las carreras en este país. Es decir, alrededor del 10% de lo que genera la categoría estadounidense.
Parte de la diferencia se explica por los niveles de audiencia televisiva. Mientras que en 2023 la Fórmula 1 promedió 1.1 millones de personas por carrera en este país, la NASCAR lo hizo por 2.86 millones.
Obviamente, la categoría propiedad de Liberty Media no es vista únicamente en los Estados Unidos. En 2021, la Fórmula 1 alcanzó a unas 70 millones de personas por carrera. Es decir, más de 20 veces lo de la NASCAR. Sin embargo, por los más de 50 acuerdos televisivos que tiene firmados alrededor del mundo, logra acumular unos 980 millones, apenas 20% más que la NASCAR que recae casi 100% en su mercado local.
El punto que quiero marcar es el peso económico que significa tener una audiencia cautiva en Estados Unidos. Supongo que ahora entendemos un poco más por qué tanto interés de Liberty Media en entrar allí.
Y esto es aún más llamativo cuando observamos al segmento de los sponsors. Si bien no tenemos el número exacto de la NASCAR debido a que no publica sus balances financieros, se cree que le ingresan unos 425 millones de dólares. Empresas como Xfinity, Sunoco, Coca-Cola y GEICO aportan más de 20 millones al año. La F1, con toda su audiencia y llegada global, genera unos 466 millones por esta vía, significando nada más que un 10% por encima.
Quizás el segmento donde la NASCAR pierde por goleada es en la venta de entradas. Aún con un calendario que supera los 35 eventos, generaría entre 200 y 250 millones de dólares, mientras que la Fórmula 1 vende las licencias para que terceros organicen las carreras por unos 760 millones anuales.
Y el tema de las entradas me sirve para traer un punto importante. Siempre decimos que la Fórmula 1 no es dueña de los equipos o de los circuitos. El caso de la NASCAR es diferente. Hasta hace unos años, dos empresas se dividían la mayoría de los circuitos: International Speedway Corporation (ISC) y Speedway Motorsports Inc (SMI). Pero en 2019 la compañía NASCAR adquirió ISC. Por lo tanto, ahora también es dueña de más de la mitad de los circuitos donde corre.
Y esto es clave por cómo se reparte la torta económica. Ya lo hablamos anteriormente, pero lo que hace la Fórmula 1 es facturar todo de manera unificada y luego fondear un premio que se reparte entre los equipos. Este premio, a lo largo de los años, rondó entre el 40 y el 70% de todos los ingresos de la categoría. Es decir, los equipos se llevan una buena parte de lo que genera la competencia, además de los sponsors que consigan por su cuenta.
En el caso de la NASCAR, la única fuente de ingresos que se comparte con los equipos son los derechos de televisación. La fórmula para hacerlo es la siguiente: 65% para los circuitos (donde NASCAR es dueña de más de la mitad), 25% para los equipos y 10% para la NASCAR como organizadora del campeonato. Es decir, a los equipos les llegan unos 205 millones de dólares al año por esta vía.
Lo llamativo de todo esto, es que esos 205 millones representan apenas entre un 13 a 15% de lo que factura la categoría. Una locura si lo comparamos con el 40-70% que se llevan los equipos de la Fórmula 1.
Obviamente, esto no viene sin fricciones. En 2014 los principales equipos de la categoría crearon la Race Team Alliance para negociar en conjunto mejores términos. En 2016 consiguieron pasar a un sistema de charters, mediante el cual se otorga a los equipos el derecho a participar de la categoría en los próximos años. Algo similar a tener una de las franquicias del resto de las ligas de Estados Unidos.
Sin embargo, este acuerdo finaliza en 2024 y las conversaciones están más calientes que nunca. Al final se reduce a ese porcentaje que les mencioné anteriormente. Los equipos buscan quedarse con un número más elevado de los derechos de televisación y depender menos de sus sponsors, algo difícil de sostener en la situación actual.
En los próximos meses deberíamos tener noticias al respecto. Pero, si hay algo que está claro, es que la NASCAR, aún con todos los problemas que tiene hoy en día, es una máquina de imprimir dinero en los Estados Unidos.
Nos vemos la semana que viene.
Santiago.
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