Wimbledon: La catedral del tenis

Desde la vestimenta blanca hasta el halcón Rufus, pasando por las frutillas con crema y los tragos Pimm’s, Wimbledon es uno de los eventos deportivos con más historia y tradiciones sobre la faz de la tierra. Pero más allá de eso (y en gran parte gracias a eso), también es uno de los torneos que más dinero genera. ¿Qué hay detrás de este mítico evento? ¿Cómo funciona? ¿Quién es el dueño? ¿Cuánto factura y cómo se reparte? Acompáñenme a descubrirlo.

El torneo es propiedad del club que organiza el evento, el All England Lawn Tenis & Croquet Club (AELTC). Pero esto no siempre fue así. En 1934 el club le vendió el 50% a la federación británica de tenis (hoy LTA). Recién en 2013 se firmó un nuevo acuerdo mediante el cual AELTC recompró ese 50% y volvió a tener la totalidad de Wimbledon.

La catedral del tenis genera ingresos de la misma manera que lo hacen la mayoría de los torneos: derechos de transmisión de los partidos, venta de entradas, sponsors, concesiones y merchandising.

En el caso de Wimbledon, en 2022 se generaron un total de 346 millones de libras (cerca de 450 millones de dólares). Si bien no tenemos el número exacto, sabemos que más de la mitad viene por televisación (es decir, al menos 225 millones de dólares). Los dos contratos más importantes del evento son con la BBC para el Gran Bretaña (tienen acuerdo hasta 2027) y ESPN para Estados Unidos (hasta 2035). Recordemos que estos contratos se firman por región geográfica y distintas empresas pueden tener los derechos para distintos países.

Todo lo que involucre la palabra “millones” lo hace sonar como si fuera un montón de plata. Pero, ¿qué tan relevante es la facturación de Wimbledon dentro del mundo de los deportes? Si lo medimos con otros torneos de tenis, es el segundo que más genera en el circuito, luego del US Open que factura 472 millones.

Si queremos comparar con otros deportes se hace más difícil por cómo es el formato del contenido. Cuando se negocian los derechos de televisación de un evento deportivo, las dos métricas clave son la llegada que tiene y la cantidad de horas de transmisión. Como diría mi yo economista, P por Q. ¿Cuánta gente mira esto? y ¿Cuántas horas tengo a esa gente frente a la pantalla? Estas dos preguntas son, esencialmente, las que necesitás saber cuando tenés que salir a conseguir publicidad o suscripciones (que es lo que venden las compañías de medios que compran los derechos).

De todas formas, hagamos el intento de mirar otros deportes. Si comparamos con un torneo de golf, el que más factura por televisación es el US Open. Dura 4 días y recibe actualmente 95 millones por los derechos en Estados Unidos (contra 120 millones de Wimbledon en UK por un evento de 14 días).

Si queremos comparar con ligas que duran todo un año, como la NBA, Premier League o NFL, podríamos analizar todos los torneos de tenis en su conjunto. En ese sentido, en el tenis no se alcanzan a generar mil millones de dólares al año por televisación (Wimbledon representaría cerca del 20% del total). Cuando, por ejemplo, la Premier League y la NFL facturan cerca de 10 mil millones al año, más de 10 veces los números del tenis.

Hoy no me quiero meter mucho en esto, pero parte del problema es que el tenis tiene una fragmentación fuerte entre las distintas instituciones dominantes (los cuatro grand slams, la ATP, la ITF y la WTA), disminuyendo considerablemente el poder de negociación de todo el ecosistema.

Volviendo a Wimbledon, las otras fuentes de ingreso son la venta de entradas, los sponsors y el merchanding/productos. Acá es donde pierde terreno contra el US Open.

El club es muy cuidadoso con la marca. Tiene pocos sponsors y la relación con ellos viene desde hace muchos años (Slazenger es el proveedor oficial de las pelotas del torneo desde 1902). Si observan con atención, el nivel de publicidad en los estadios es ínfimo. Aquellas marcas que promocionan el evento se muestran en áreas muy pequeñas y de una manera secundaria.

Comparen estas imágenes.

¿Cuántas marcas contaron? Voy yo. Wimbledon: Oppo, Rolex y Slazenger (3). US Open: Cadillac, American Express, Moderna, Emirates Airline, J.P.Morgan, CHUBB, Deloitte, Polo, Evan, Asheville, IBM y Rolex (12). Y la presencia de cada marca en el US Open es mucho más fuerte.

Wimbledon no espera agregar muchos anunciantes en el futuro (aunque sí renegociar los contratos actuales). Es parte de la marca y la tradición del club.

Finalmente, por el lado de las entradas, la cancha central tiene una capacidad para 15 mil personas, contra 23 mil del Arthure Ashe en el US Open. En 2022 asistieron cerca de 515 mil personas a lo largo de todo el evento, contra unas 776 mil del US Open. Por el momento el club tampoco mostró intenciones de ampliar la capacidad de sus estadios, por lo que si se incrementa este ingreso será exclusivamente por el precio de las entradas.

Ahora bien, ¿Cuáles son los costos de un torneo como Wimbledon y cuál es la ganancia que deja? Lo primero que se nos viene a la mente son los premios que otorga a los deportistas. Alcaraz y Vondroušová se llevaron 2.25 millones de libras cada uno por salir campeones este año. "Un montón", pensaría cualquiera. Efectivamente, para los jugadores es relevante. Pero, ahora que sabemos que el torneo factura 346 millones, entendemos que cada uno se lleva menos del 1%. En total, el evento repartió unos 44 millones en premios (cerca del 13% de la facturación).

Al final del día, tomando en cuenta todos los costos de organización, el club alcanzó ganancias operativas de 47 millones de libras. Esto implica un margen operativo del 13.5%. Pero ese total no se los queda el AELTC, sino que el 90% se lo transfiere a la federación británica de tenis. Esto surge del mismo acuerdo que firmaron en 2013 en el que el club recompró el 50% del torneo. A continuación podemos ver la evolución de la facturación y ganancias desde 2012. Es llamativo cómo disminuyó el margen operativo a lo largo de los años. Probablemente el club incluya dentro de los costos parte de lo que termina ingresando a la institución.

Así que, ahí lo tienen. Vimos cuánto genera Wimbledon, lo comparamos con otros deportes, entendimos sus principales vías de ingresos y cuánto le termina quedando al club como ganancia.

Seguiremos conversando sobre el mundo del tenis en El Negocio del Deporte. Entre otras cosas, buscaremos entender esa fragmentación que mencioné anteriormente y qué está haciendo la ATP para intentar solucionarla.

Para cerrar, les dejó algunos datos interesantes que fui recolectando mientras armaba el artículo (y los harán sonar inteligentes si los mencionan en una cena).

  • El torneo viene pagando hace más de 15 años un seguro específico para una eventual cancelación por pandemia mundial. En 2020 ocurrió el COVID, se suspendió el evento y cobraron 174 millones de libras gracias a ese seguro.

  • En 2010 se disputó en Wimbledon el partido más largo de la historia. Fue entre Isner y Mahut, con una duración total de 11 horas y 5 minutos. Se jugó durante 3 días y el resultado final fue de 6-4, 3-6, 6-7(7), 7-6(3) y 70-68.

  • En 1940 el club recibió 5 bombas alemanas que destruyeron el predio. La reconstrucción demoró unos 9 años.

  • El césped es 100% natural y tiene una altura de exactamente 8 milímetros.

  • El club tiene alrededor de 500 socios. Si no sos ciudadano del Reino Unido, hay una única forma de unirse al club: Salir campeón de Wimbledon.

¡Nos vemos la próxima semana!

Santiago.

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