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¿El tenis quiere ser la Fórmula 1?
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Este artículo también está disponible en audio aquí.
Hace unos días se dio a conocer que los cuatro grand slams presentarían una propuesta para crear un nuevo circuito de tenis. Uno mucho más corto que el actual pero de altísima calidad. Incluiría únicamente a los cuatro grandes y otros diez torneos (potencialmente los nueve Masters 1000 y uno extra en Arabia Saudita). Es decir, 14 eventos en total. Pero más allá de esto, lo realmente interesante, al menos para ENDD, es que tendría un formato parecido al de la Fórmula 1.
Antes de ver en qué se podría asemejar todo esto a una carrera de autos, es válido preguntarse por qué quieren hacerlo. Hay varios objetivos detrás de la propuesta, pero el principal es, obviamente, económico. Previamente conversamos sobre la grave fragmentación que tiene el tenis a nivel institucional y el impacto que esto conlleva para sus finanzas.
Si bien prendemos el televisor y siempre vemos a los mismos jugadores, dándonos la sensación de que todos los torneos son parte de un único sistema, la realidad es que no es así. Es cierto que todos esos eventos suman puntos para los rankings de la ATP o la WTA, pero a nivel comercial son independientes. Los cuatro grand slams están cada uno por su lado, al igual que la ATP, la WTA y la ITF.
Las compañías de medios, por ejemplo, negocian los derechos de televisación con cada uno de los cuatro grandes por separado. Al final del día, la fragmentación genera que el tamaño de la torta económica del ecosistema sea sustancialmente menor. Y eso es, justamente, lo que este nuevo circuito quiere corregir.
Bien, ahora sí, veamos cómo funciona la Fórmula 1 y en qué se le parecería. La categoría automovilística, al igual que la mayoría de los eventos deportivos, genera sus ingresos mediante tres vías: derechos de televisación, sponsors y venta de entradas.
Ahora bien, la explotación comercial de esas vías de facturación, es decir, quien tiene el derecho para recaudar dinero con las carreras, es la compañía “Fórmula 1”. No son los equipos que participan, ni los circuitos ni la Federación Internacional de Automovilismo, sino esta empresa que fue creada, justamente, para unificar todo y luego distribuirlo con las partes involucradas. Si les interesa saber cómo funciona esa distribución, pueden ver el video que hicimos en nuestro canal de YouTube.
Por lo tanto, la compañía “Fórmula 1” es quien negocia los derechos de televisación y los principales sponsors de todas las carreras del calendario. Para entender cómo el tenis se le podría parecer, piensen que cada una de las carreras son como los torneos del circuito. La Fórmula 1 tiene un calendario de 23 carreras y esta nueva propuesta de tenis tendría 14 torneos.
Bien. El punto es que hoy en el tenis no existe tal cosa como la compañía Fórmula 1. No hay una entidad que se encargue de negociar los acuerdos de todos los torneos en conjunto y luego distribuya esa facturación con las partes involucradas. Lo que quieren hacer es, justamente, crear esa entidad.
Sin embargo, el cambio hacia un circuito consolidado a nivel comercial no es para nada fácil de concretar en el tenis. Han existido propuestas como estas anteriormente y han fracasado. Parte del problema reside en que los torneos ya tienen toda una estructura en marcha que es muy difícil de modificar. Algunos eventos poseen acuerdos de televisación que van hasta 2028 y las dinámicas de sponsors son bastante diferentes.
Si ven la Fórmula 1, siempre aparecen las mismas marcas al costado de la pista: Rolex, MSC, Pirelli, etc. Eso es porque los contratos los negocia la F1 y luego llena todas las pistas con estas marcas. La posibilidad de hacer eso es, justamente, lo que más atrae a los sponsors. La exposición global. Aparecer a lo largo de todo el año en territorios que van desde Brasil hasta Japón, pasando por Oriente Medio y Europa.
En el tenis los torneos vienen desarrollando sus relaciones comerciales desde hace décadas. Wimbledon, por ejemplo, tiene como socio a Slazenger desde 1902. El US Open, por su parte, tiene un acuerdo importante con el banco estadounidense J.P.Morgan. ¿Se imaginan a Wimbledon quitando las pelotas Slazenger y poniendo a J.P.Morgan en los banners del estadio? Raro.
Y, de hecho, cada torneo es una marca en sí misma. En este otro video conversamos sobre cómo trataba cada uno su relación con los sponsors. Wimbledon, por ejemplo, es increíblemente pulcro, mientras que el US Open tiene muchas marcas alrededor de la cancha. Comparen la cantidad de logos que aparecen en estas dos imágenes.


Al final del día, un circuito unificado similar al de la Fórmula 1 implicaría ceder en un montón de aspectos. Quizás, en una primera instancia, la unificación se pueda dar en relación a los derechos televisivos y no tanto al diseño del producto y control sobre la marca. Algo que ya sería un gran paso.
Pero si hay algo que está claro, es que el tenis tiene que cambiar para poder aumentar su facturación y ser más sustentable para todo el ecosistema. Porque, en el fondo, estamos hablando de uno de los deportes más seguidos a nivel mundial. Cuenta con más de 1.000 millones de fanáticos. Y ese es el activo más importante que tiene el tenis. Será cuestión de encontrar el formato que más rédito económico pueda brindar para todas las partes involucradas. De concretarse este nuevo circuito, estaremos ante el cambio más importante que tuvo este deporte en las últimas décadas.
Nos vemos en la próxima entrega de El Negocio del Deporte.
Santiago.
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