- El Negocio del Deporte
- Posts
- Cómo funciona un Juego Olímpico a nivel económico
Cómo funciona un Juego Olímpico a nivel económico
Los Juegos Olímpicos son una máquina de generar dinero. Hoy quiero que veamos cómo funciona este evento a nivel económico, cuánto factura y cómo se distribuyen esos fondos.
Lo primero que debemos tener en claro de los Juegos es que generan dinero de la misma manera que el resto de los eventos deportivos: derechos de televisión, sponsors y venta de entradas.
Ahora bien, la pregunta es quién se encarga de gestionar cada una de esas vías de ingresos. Esencialmente, lo que debemos entender es la relación entre el Comité Olímpico Internacional (COI) y la ciudad anfitriona. En primera instancia, los juegos son propiedad del COI y es este quien tiene el derecho a explotarlos comercialmente. Es decir, a llevar adelante las fuentes de facturación que les mencioné recién. Sin embargo, el acuerdo con la ciudad anfitriona es que sea esta, a través de su comité organizador, quien se encargue de gestionar y embolsar todo lo relacionado a las entradas.
Por lo que, a grandes rasgos, televisión y sponsors van para el COI y las entradas para el anfitrión. En un punto es similar a la relación que se da en la Fórmula 1 entre la categoría y los promotores de cada una de las carreras.
Una vez que entendimos esto podemos pasar a los números: ¿Cuánto facturan los Juegos Olímpicos? Si analizamos las cifras del COI, que las presenta en ciclos de cuatro años para incluir una edición de verano y una de invierno, entre 2017 y 2021 se generaron 7.600 millones de dólares. Esto contempla Tokio 2020+1 y Pyeongchang 2018.
De ese total, el 61% vino de los derechos televisivos, otro 30% de los sponsors y el restante 9% fue relacionado a productos y licencias de la marca olímpica. Si bien no tenemos el dato diferenciando por cada uno de los juegos, sabemos que en las últimas ediciones los de verano generaron el doble de los de invierno. Por ejemplo, si miramos lo que ingresó por derechos televisivos, Tokio facturó 3.100 millones de dólares y Pyeongchang lo hizo por 1.400 millones.
Estos números representan un aumento del 7% en comparación al ciclo 2013-2016 que incluye Sochi 2014 y Río 2016. Aunque este salto no parece tan significativo, el COI viene aumentando de manera consistente el precio de los derechos a lo largo del tiempo. Si miramos el ciclo que incluye Nagano 98 y Sydney 2000, donde se generaron 1.800 millones, notaremos que hubo un incremento del 150% en la facturación por derechos televisivos. Vale también aclarar que toda la industria del deporte vio un fuerte incremento en el valor de este activo en los últimos años.
Ahora bien, todo lo que tenga la palabra millones suena a un montón de dinero, pero no sabemos realmente cuán grande es. Por eso me gusta pensar en eventos con los cuales podamos comparar lo que estamos analizando. Porque un punto toma sentido si está dentro de un mapa. Y nosotros nos dedicamos a construir mapas.
En este caso, un torneo interesante para utilizar es el mundial de fútbol. También se hace cada cuatro años, tiene alcance global y dura cerca de un mes. Escribimos algo hace unas semanas. Esencialmente, esta competencia factura unos 6.280 millones de dólares, con la diferencia de que la FIFA (homólogo del COI) también se queda con la venta de entradas. Si vamos a los derechos televisivos, increíblemente, el número está en la misma línea que los Juegos Olímpicos: 3.100 millones de dólares. Y si comparamos las ediciones anteriores (Río 2016 y Rusia 2018) también se encuentran muy parejos. Por lo que, al menos en ese aspecto, el COI y la FIFA generan lo mismo por sus activos principales.
Volvamos a los juegos. Ahora que sabemos cuánto se genera y quién se lo lleva en primer lugar, pasemos a analizar qué hace el COI con ese dinero. El comité es una organización sin fines de lucro, por lo que, a excepción del 10% que retiene para su funcionamiento, todos los fondos se destinan al desarrollo del deporte a nivel global.
La parte más importante, cerca de un 40%, van a apoyar la misma organización de los juegos. Por lo que, en realidad, podríamos pensar que la ciudad se termina quedando con la venta de entradas y con el 40% de lo que se genera por los derechos de TV y los sponsors. Tokio, por ejemplo, recibió 1.892 millones de dólares mediante esta vía.
Luego, otro 10% lo reparte entre las federaciones internacionales de las disciplinas participantes. En este artículo vimos en profundidad el mecanismo que utiliza para llevar a cabo el proceso.
Por otro lado, los comités olímpicos nacionales también reciben dinero por parte del COI. Aquí se va otro 10% de lo que generó a lo largo del ciclo olímpico.
El restante 30% de la facturación es utilizado en los programas impulsados directamente por el Comité Olímpico Internacional. Gran parte de este dinero fluye hacia los atletas, además de fondear otros proyectos como la Agencia Mundial Anti-Doping (WADA).
Por lo que, en resumidas cuentas, los fondos terminan en la organización de los mismos juegos, en las federaciones internacionales de los deportes, en los comités olímpicos nacionales y en los programas del propio COI para desarrollar el deporte.
Así que ahí lo tienen. Vimos cuánto dinero generan los Juegos Olímpicos, quién lo factura y cómo se utiliza una vez terminado el evento. La otra gran pregunta es cómo se ve esta historia desde la ciudad organizadora. ¿Cuánto cuesta realizar los Juegos? ¿Cuál es el impacto económico de semejante movilización? ¿Termina siendo un buen negocio ser anfitriona? Me las guardo para cuando estemos cerca de la ceremonia inaugural.
Nos vemos la próxima.
Santiago.
Reply